viernes, 2 de noviembre de 2012

RECUERDOS OCULTOS


Recuerdos Ocultos

Recuerdos enmarañados en la mente de quien en su día fue una niña, y que pugnan por abrir paso y resurgir como si fuera ayer, de las sombras tenebrosas que los amparaban…..

Recuerdo a los cuatro, esa tarde ahí sentados alrededor de la mesa, con los ojos cerrados rezando y rogando por que todo fuera bien…

Mary, abrió los ojos y vio a su primo que la miraba sonriendo y haciendo carotas, por lo que no pudo reprimir una risa nerviosa.
De pronto una mano le sacudió un solemne bofetón, y tras él una severa reprimenda de su abuela, sumamente enojada por la falta de respeto, gritándole que ya se veía que no le importaba nada la salud de su padre.
Ella sollozando intento replicar el motivo de sus risas……, pero ni siquiera dejó su abuela que se explicara y siguió con las oraciones. La tarde caía y la luz que apenas entraba por la ventana, es extinguía sumiendo al comedor en la penumbra.

Habían pasado varios días desde que ocurrió todo…. Mary veía poco a su padre, siempre trabajando llegaba cansado y agotado y recordaba que durante varios días se quejó de un fuerte dolor de cabeza….

Aquella tarde fueron de visita para conocer a un recién nacido, ella fue encantada para conocer al bebe y también para jugar con los hermanos de este. No obstante ese día no estuvieron demasiado tiempo, y después de los halagos al bebe y entregar un regalo, salieron de regreso a casa.

Más ese retorno se convirtió en una pesadilla. De pronto su padre empezó a dar bandazos con el coche, estuvieron por chocar un par de veces, su madre asustaba repetía una y otra vez, “¿pero que te pasa? Para, para, para el coche….”, fueron minutos angustiosos.
De pronto su padre paro el coche en un rincón, apeándose de él y empezando a correr sin rumbo, su madre salió detrás de él, llamándolo y corriendo asustada, y Mary, se quedó allí en el coche, sola y sin saber que ocurría.

El tiempo transcurría lentamente para Mary, sola y aterrada en ese coche sin saber que hacer ni a quien acudir pues solo contaba con 10 años, hasta que apareció su madre cogiendo a su padre por el brazo.
Su padre estaba sonriendo, sonreía de una forma muy extraña sin decir nada, no hablaba, y daba miedo. Su madre le dijo que cogiera las llaves del coche y lo cerrara, desconcertada obedeció y no se atrevió a decir nada. Lo siguiente fue parar un taxi y regresar a casa.

Las horas que sucedieron a esa tarde, fueron un ir y devenir de familiares por la casa, el teléfono echaba humo y el médico de la familia apareció por casa a altas horas de la noche, culminando su visita con una reunión familiar.

Mientras se reunían, Mary se acerco a la habitación para ver a su padre, estaba temblando tenia miedo. Él seguía igual con esa sonrisa tan extrañamente terrorífica, pero le hablo dulcemente, diciéndole que era muy buena y que siguiera así que el la recompensaría siempre en los cielos.
Mary solo entendía que ese no era su padre de siempre, que estaba muy extraño, pero tampoco comprendía el porque de toda ese jaleo que había en su casa, solo logro oír parte de una conversación en la que hablaban de lo que le pasaba a su padre y comentaban alterados que ……..”¡Si es que se cree que es Díos!

Cuando su tía la vio allí, con su padre, la aparto y la hizo salir de la habitación indicándole que papá estaba enfermo y que debía descansar y a ella la obligaron a ir a su habitación y acostarse.

La noche paso rauda para ella, pues como cualquier niña agotada por lo vivido en la tarde anterior, se sumió en un sueño reparador sin saber lo que el día siguiente le deparaba.

Su madre entró por la mañana para despertarla, tenía los ojos hinchados de tanto llorar y la cara desencajada, le dio el desayuno y le explico que hoy iba con papa al hospital y que ella se iba a casa de su tía por unos días.
Mary estaba asustada, pero su opción fue callar y no decir nada, así que se marchó con su tía sin preguntar.

Los nervios siguieron afectando a toda la familia, y durante unos días todo estaba vuelto del revés. Cada vez que preguntaba por su padre, le decían que estaba en el hospital y que le estaban curando, pidió ir a visitarlo, algo que le negaron, pues los médicos no permitían visitas.

Así fueron pasando los días, hasta esa tarde en que junto a su abuela paterna estaban orando para la curación de su padre, y recibió ese injusto bofetón, que hoy después de muchos años aún duele.

Pasaría un tiempo hasta que su padre pudiera regresar a casa, y con el paso de los días fue escuchando retazos de conversaciones que intentaban ocultar, como si todo fuera algo terrorífico o quizá vergonzoso y de lo que nadie tuviera que saber, ni siquiera su hija.
Así fue como oyó por primera vez las palabras “Hospital Frenopático”,”electrochocs”, “amnesia” “esquizofrenia”………….. No entendía su significado pero supo que no era nada bueno.

La vida siguió adelante, su madre se puso a trabajar, pues necesitaban ingresos y ella volvió a la escuela, su vida se alterno entre estar con su madre o con alguna de sus tías, todo dependía del día, nunca sabia nada, a ella la ignoraban totalmente y ni se molestaban en explicárselo, ¿para que? Solo era una niña.

Pasaron los meses y su padre regreso a casa, en un principio, aún estaba en tratamiento y ni siquiera salía a trabajar ni se preocupaba por ello. Su madre seguía aterrada, preocupada por que nada alterara a su marido y volviera a ser quien fue.
Solo hasta que al final les indicaron un nuevo médico al que acudieron, y al cambiarle la medicación pareció que su padre volviera a ser él. Aunque con secuelas que arrastro siempre.

El temor a una recaída vivió alojada en el hogar y en el alma de todos, sobre todo de la madre de Mary, ya que en cada ataque de epilepsia (secuela que le dejo el tratamiento de electrochocs) acusaba a su hija de provocar estos ataques, a causa de haber puesto nervioso a su padre…… Un peso demasiado grande para soportar durante tantos años………………….

Por ello Mary, sintió que perdió algo ese día, algo que la marco para siempre, su inocencia y su niñez, pues quedo aparcada en ese coche, perdida en las calles de su gran ciudad,
escondida, agazapada, esperando que todo pasase para volver a salir al mundo, sin nada que temer.


Autora:


Angels Martínez
Octubre 2009

Safe Creative #0910194705554

2 comentarios:

  1. Qué buena narración, dolorosa y tierna a la vez, ya que las sensaciones desde el punto de vista de una niña son difíciles de expresar.
    Un abrazo

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  2. Gracías Rosa María, me alegro que te haya gustado.
    Besos.

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