viernes, 2 de noviembre de 2012

MICRO, EL FIEL COMPAÑERO

MICRO, el fiel compañero

Cada día el tiempo era eterno, se levantaba con el alba y se acostaba bien tarde, no podía dormir más, los años no pasaban en balde y el cuerpo le decía que ya había dormido bastante, que pronto ya descansaría para siempre.

Carmen como muchas personas mayores, intentaba llenar sus horas cada día, vivía sola, bueno sola no, ahora estaba Micro con ella, un perro mezcla de Yorkshire Terrier y pekinés, juguetón y que le hacía mucha compañía.
Después de desayunar y hacer las tareas de la casa, salía de casa para simplemente pasear o hacer algunas compras como fruta o verduras, Micro siempre iba con ella, así como la muleta que siempre llevaba para hacerla sentirse más segura.

No era el primer perro que tenia, pues anteriormente tuvo dos más y se murieron de viejos. Tras el fallecimiento de su esposo, se encontró muy sola y sus nietos le regalaron… primero un perro un poco mas grande, no recordaba la raza, pero no podía con el, pues en la calle era agresivo con otros perros y lo debía llevar atado pues se le escapaba y ella no tiene muy bien las piernas con lo que le suponía un peligro, así que al final se llevaron ese perro y Micro apareció en su vida, ya llevaba 4 años con ella y era una delicia tenerlo a su lado.

Cuando estaba en casa viendo el televisor y siguiendo sus telenovelas favoritas, Micro se acurrucaba siempre junto a ella en el sofá, apoyando su cabeza en su regazo buscando las caricias de su ama. E incluso cuando se ponía hacer ganchillo, mas bien parecía un gato, pues no paraba de buscar los ovillos del hilo para jugar con ellos y le tenia que estar regañando pues le estropeaba y ensuciaba el hilo y la labor quedaba mal, pero por dentro sonreía pues en el fondo le hacía mucha gracia que Micro fuera así, y su ternura emanaba por todas partes, se sentía culpable de regañarle y enseguida le daba golosinas de perro para compensarle.

Ayer, como otros días Carmen volvió a levantarse temprano desayuno e hizo sus tareas
Y salió con Micro para comprar un poco. Yo me cruce con ella en la esquina acababa de cruzar la calzada por el paso de peatones. Yo iba dirección al banco para hacer unas gestiones y también crucé por dicho paso, vi que se acercaba a lo lejos un vehículo pero me daba tiempo perfectamente de cruzar, estaba a mas de la mitad de la calzada, cuando veo que de detrás de un coche aparcado salió corriendo Micro, para alcanzar a su dueña,
Iba como una bala, supe en ese momento que el vehiculo lo atropellaría y me volví instintivamente por si podía impedirlo, pero solo vía a Micro bajo las ruedas del coche chillando, el coche paso sobre el, las dos ruedas, con su grito y el mío Carmen se dio cuenta que era Micro y se puso a gritar y llorar, indicando que pensaba que el perro iba delante de ella.

El auto se detuvo y el hombre bajo indicando que lo sentía, que no lo había visto, y era cierto, pues el perro salió como alma que lleva el diablo,  junto a un coche aparcado en una calle estrecha,  por lo que  seguro no lo vio.

Yo intente coger del suelo a Micro, estaba panza arriba y aullaba, me mordió dos veces, me fue imposible levantarlo, ya que yo  estaba sangrando bastante y con mucho dolor,  al final su dueña lo recogió y otras vecinas le ayudaron y con el conductor del vehículo lo llevaron corriendo a un veterinario.

Yo no pude ir al banco, debí irme de urgencias a que me curaran, pues el dedo índice de mi mano izquierda, estaba fatal , tanto como mi uña que también quedo atravesada con una dentellada, y Así llevo dos días con el dedo vendado y tomando antibiótico y con un dolor latente que parece hoy ya va mejor, pues me han vuelto hacer una cura.

Ayer intentamos con mi marido saber de Carmen y de Micro, pues se que vive cerca de mi casa pero no exactamente donde. Al final lo averigüé y fui y pregunte por Carmen, ella no estaba, así me lo indicó la portera del edificio, pues la habían venido a recoger sus nietos, ya que el perro había muerto atropellado y ella no estaba nada bien con el disgusto.

Así pues Micro al final falleció, yo ya me lo temía pues un perro de ese tamaño es muy difícil que se recupere de un atropello de estas características.

Esta noche apenas he dormido, pues cerraba los ojos y ante mi aparecía Micro bajo las ruedas del coche, no he logrado sacármelo de la cabeza.
Tengo mucha pena por no haber podido llegar a parar al perro, ojala lo hubiera visto antes y también por Carmen, pues le va a costar superar este trance, amaba mucho a Micro, muchas veces habíamos charlado en el parque cuando yo paseaba con mi perro,
y sabía del cariño mutuo que se tenían

¡¡ADIOS MICRO!!


Angels Martínez
Enero 2011

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