lunes, 21 de noviembre de 2011

EL PATIO

(imagen tomada de Google-autor desconocido)
EL PATIO
Oigo un ruido muy fuerte, como que cortaran algo y me asomo al patio
¡Uf! Que nube de humo que sube, bueno es polvo pero parece humo….
¡Pero que demonios….! Saco la ropa tendida rápidamente y cierro todas
las ventanas.
Ya han empezado con las obras del 2º,--pienso- ¿pero que estarán haciendo con tanto polvo?, que para hacer la cocina nunca había visto yo algo así, igual están haciendo algo más porque no me lo explico.
Entro al salón y se lo digo a mi marido, se asoma al patio y dice que el tampoco lo entiende y vuelve a cerrar enseguida. Bueno menos mal que estoy en el octavo que si estuviera encima, ni te digo….
¡Hay ese patio!...., ya no es lo que era antes, todos nos conocíamos, ahora entran unos y se van otros, esto son los pisos de alquiler… antaño, cuando alquilabas un piso era para toda la vida, como nosotros, que no nos moveremos de aquí si no es con los pies por delante, pues como no nos toque la lotería, eso de comprarnos un piso es imposible, y es que yo no se como lo hace la gente, yo no me hipoteco para tantos años, ¡que va… ni loca!. si es que dicen que hacen hipotecas de hasta 50 años. Y digo yo…, que será pa dejarla de herencia porque, vamos igual te mueres antes de pagar el piso.
Bueno, vamos a por faena…. hoy que pongo de comer…, ayer hice pescado, pues nada hoy una crema de verduras y una hamburguesa a la plancha, si es que se te acaban las ideas para cocinar, cada día me aburre más.
Pongo la olla con las verduras para que se cuezan y me pongo a recordar….. cuando ya hace años casi todos los que aquí llegamos a vivir eran parejas jóvenes, los pisos nuevos para estrenar, y andábamos todos de arreglos con el piso, algunos hacia poco que se habían casado y otros como nosotros, al cabo de unos 7 meses lo hacíamos. Todos teníamos mucho en común, la ilusión de empezar una nueva vida y una familia en nuestra casa.
Se hicieron amistades que han durado años, y con otros vecinos, el trato era muy cordial
Por eso el patio, sobre todo para nosotras era vida, charlábamos y reíamos, y con el tiempo nos preguntábamos por nuestros hijos. Todas las ventanas de la cocina y la galería del lavadero, daban a ese patio. Más horas que nosotras nadie pasaba en esos metros cuadrados.
Recuerdo que charlaba con las de mi rellano cuando coincidíamos tendiendo la ropa o en verano con la ventana abierta y preparando la comida, siempre había ese ¡Hola! Como vas?, bien, muy liada, bueno pues ya charlamos después……..
Igual pasaba con las de más arriba o mas abajo, al tender la ropa siempre nos cruzábamos unas palabras. Es curioso que con algunas pasaba tiempo sin cruzarnos por la escalera o el ascensor, la mayoría trabajábamos y los horarios no coincidían, pero en las cocinas y el patio, si nos veíamos.
He de reconocer que muchas veces salía a la galería a mirar por el patio, y es que soy un poco cotilla, simplemente me gustaba observar, quien tenia la ropa tendida, cual era el tipo de ropa, o si alguien hacia días que no tenia movimiento y no se veía luz, mi cabeza pensaba… que si quizá, estuvieran fuera, o les hubiera pasado algo……
Igual al día siguiente ya todo volvía a la normalidad, y yo ya me quedaba tranquila.
También por la ropa se puede saber las costumbres de las personas, sus intimidades o sus vergüenzas y en ese caso me refiero a las que nunca tendían la ropa interior en el tendedero, tanto de hombre como de mujer, supongo que igual la secaban dentro de casa, es algo que nunca he entendido, pero cada uno tiene sus manías….
También quien tenía más posibilidades que otros y se notaba cuando la ropa era nueva
Sobre todo en ropa de cama y toallas, porque siempre había modelitos muy variados….
Luego estaban las que ponían la ropa toda muy bien puesta, o las que la colgaban de cualquier forma, algo que no he entendido, pues luego debes planchar el doble.
Siempre he supuesto que los demás también miran por el patio y observan, “será que cree el ladrón que todos son de condición”, eso siempre me lo decía mi marido, cuando le comentaba cosas que me sorprendían o hacían gracia, y me recriminaba mi costumbre .
Oír sin querer, eso también ocurre por el patio, escuchas conversaciones telefónicas, pues tienen la ventana abierta, escuchas cuando son felices y ríen y cuando lloran, e incluso las riñas en las casas.
En alguna ocasión, he temido por la riña, cuando el tono cada vez aumentaba y aumentaba, no sueles saber en que piso tiene lugar a no ser que sea muy cercano, pero un edificio de 14 pisos con 4 pisos por planta, pues difícil es de saber de que piso procede.
En el primer piso con salida al patio, siempre tienen las de perder, pues entre las prendas de ropa que siempre se caen, y claro casi siempre vas a recogerlas y se la pides, o también hay quien ni se molesta, así pues luego seguro que tienen los calcetines desparejados …. Pero también sufren otras torturas, como los guarros que tiran cosas como botellas de brick de cualquier cosa, papeles, bolsas de basura enteras, que se espachurraban al caer, imaginaros el panorama, ya que también han llegado a recoger hasta condones, usados claro, bueno lo de las bolsas de basura, duro poco, debían ser algunos que estarían de paso y no les importaba nada.
La verdad es que no los envidio.
Lo mejor de todo es que hubo una temporada que todas los vecinos andábamos revolucionados por quienes alquilaron el 1er piso, pues resulto ser una casa de citas, ilegal por supuesto, y la de reuniones que hubo de vecinos ¡Uf, un montón!
Los más moralistas que querían recoger firmas para que la empresa dueña de los pisos, los echara, porque eso era una guarrada, luego los que eran mas liberales, pero que sufrían las consecuencias de tenerlas en el mismo rellano, por la cantidad de trasiego que había, o cuando llamaban por el interfono, los clientes porque se habían equivocado, y eso a cualquier hora, a ellos si que los entendía perfectamente, los otros igual vivían en los pisos mas altos, y porque se lo contaron, que si no, ni enterarse, pero como siempre solían ser los mismos, que protestaban por todo.
Bueno ya se sabe como son las reuniones de escalera…….
Yo al igual que otras vecinas, mas bien nos hacia gracia, pues eran unas chicas normales cuando te las encontrabas en el portal, no se si eran unas cuatro en el piso, pero se solían ver algunas mas entrando y saliendo de él en diferentes horarios.
También tendían su ropa como es normal, y lo mejor era, cuando su ropa interior y sexy quedaba a la vista, yo no podía apreciarla tan al dedillo, pero aún así, había prendas que llamaban poderosamente la atención.
Ellas en ocasiones salían al patio a charlar y ligeritas de ropa, sobre todo cuando llegó el buen tiempo, no os podéis imaginar la de cabezas que se asomaban por las galerías y en otra habitación que también da al patio, y no eran féminas precisamente, yo me reía un montón, y seguro que mi marido también se asomo alguna vez que otra….No es que le pillara, pues me daba igual, pero a fin de cuentas es un hombre.
Bueno…., vamos otra vez a por la comida, supongo que ya estarán cocidas las verduras,
Tendré que concentrarme ahora en lo que estoy haciendo, no se puede tener la cabeza en dos lugares.
Antes, pero, me asomo por la ventana para ver si el polvo sigue allí, y ya lo creo que sigue, esta todo bien blanquito, las tuberías, los plásticos que tienen algunas encima de la ropa y seguro que la ropa también, van a tener que volver a lavar, en fin voy a lo mío……..
Estoy sentada en el sofá nuevamente tras la comida y recoger la cocina y poner el lavavajillas, ahora pondrán esa serie que sigo cada día, no es muy larga, y hacen más anuncios, que serie, pero me tiene enganchada.
Mientras me tomo mi café, vuelvo a oír ruido estridente, que suena en el patio, ahora son martillazos, y nuevamente viene a mi mente una añoranza de niñez, pues recuerdo
que yo misma en la antigua escalera en que vivíamos, antes de mudarnos siendo yo una adolescente, desde las ventanas que daban al patio, jugaba con mis vecinos y charlábamos o quedábamos para ir a jugar a casa de uno u otro, y nos reíamos y enfadábamos, y cuantas veces las madres, abortaban nuestros planes, pues eso de ir de casa en casa, ocurría que no era el momento en que ellas estuvieran dispuestas a aguantar a otros niños que no fueran los suyos. Es seguro que tanto yo como un par de niños más, siempre buscábamos ese contacto con el vecinito, pues éramos hijos únicos.
Con el tiempo eso ya se perdió, mis hijos era impensable que estuvieran en la ventana
jugando con otros vecinos, alguna vez al estar nosotras charlando, ellos sacaban la cabeza y se saludaban, pero la mayoría iban al mismo colegio, así que ya se tenían muy vistos, también si querían quedar con un amigo, el teléfono era su instrumento, y vamos hoy en día viendo a todos los jóvenes y casi niños con sus móviles o Internet, ya no precisan asomarse a esa ventana, ahora su zona de juegos es virtual .
Bueno van a empezar la serie, ahora si ya me concentro en ella y se acabó dar mas vueltas a este tema. Seguro que mañana ya ni pensare en ello.
¡Excelente café! Hoy me ha quedado muy bueno……..

Angels Martínez
20 Noviembre 2011

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martes, 15 de noviembre de 2011

Cielo cubierto

Cielo cubierto

Cielo cubierto, gris plomizo.
Mares que caen de las alturas.
Lagrimas de Ángeles torturados
por la indiferencia del humano.

Tras las ventanas mojadas,
tristes miradas desesperadas,
mirando al más allá.
Esperando que amaine el temporal

Mundos grises,
aunque luzca el sol.
Hambre, miseria y muerte,
aunque brillen luces de neón.

Vidas grises, sin colores.
Tristes promesas incumplidas.
Dolor en la mirada.
Llanto silencioso que apaga las risas.

Torres de babel brillando en la oscuridad,
dorados ropajes que deslumbran.
Bellas y mullidas alfombras,
con miles de billetes forradas.

Espejismos inalcanzables,
dispuestos como tortura,
para explotar a los peones
hasta que sangran los corazones.

Falsos decorados…
para maquillar la gris realidad,
del mundo que habitamos.
Un mundo gobernado por malvados.

Cielo cubierto, gris plomizo
Hoy llueve a raudales
No miremos por la ventana,
ni perdamos la esperanza.

Luchemos y unamos nuestras manos,
para que cuando amaine,
Y salga ese sol radiante…
nos llene la vida de colores.

Angels Martínez
Noviembre 2011
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