viernes, 6 de noviembre de 2009

LAS VISIONES DE CANDY


LAS VISIONES DE CANDY


- Te digo que yo lo he visto, te lo juro.
- Anda ya Candy, que eso no es verdad, yo no le veo nada.
- Pues fíjate bien, yo se lo veo mucho más cuando esta en la pizarra, ya verás como no miento.

Así estaban discutiendo Candy y Merche, durante el rato que duraba el patio, esa tarde no jugaban con sus compañeras.
Las dos terminaron enfadadas, pues a Candy le dolía que su amiga no la creyera, no entendía como ella decía que no veía nada.

Terminaron las clases y cada una de ellas se marcho a su casa, Merche vivía cerca del colegio pero Candy debía coger cada día el tranvía. Estuvo todo el resto de la tarde mientras hacia los deberes enfurruñada; Bueno lo de hacer los deberes era un decir, pues tenia su mente ocupada en entender lo que estaba pasando.

Al día siguiente aún estaba enfadada, pero esperaba ansiosa llegase la hora de la clase con Sor Teresa, para que así Merche también pudiera verlo, así que en el rato de cambio de profesora, se acerco a Merche y le dijo, ahora viene la madre, ya verás fíjate y luego me dices lo que has visto……. Por respuesta Merche se encogió de hombros.

Estuvieron dando francés con Sor Teresa, que también les daba otras asignaturas, como la de labores y otra de Repaso. Así paso una hora, rápidamente y Candy estuvo más pendiente de ver si Merche miraba a la monja que de la clase. Porque ella si lo volvía a ver y hoy era mucho más nítido. Había días en que apenas se apreciaba, pero ella lo percibía pese a ello.

Terminada la clase salieron a recreo, Candy busco a Merche y esta volvió a negarle que viera nada, además estaba enfadada, la tildo de embustera y se fue a jugar con sus otras compañeras.

Sentada en un banco, Candy observaba como su amiga cuchicheaba con las otras niñas, y al cabo de un rato, el grupo se acerco a ella, y le preguntaron que era lo que veía. Entusiasmada pues pensó que alguna otra quizá viera lo mismo, empezó a relatarlo con dando todo tipo de detalles. De pronto sintió que la estaban mirando burlonamente y empezaron a decirle que estaba loca, como una cabra y todo tipo de insultos…… y las risas de las niñas se escuchaban por todo el patio.

Candy no pudo evitarlo y se lanzo rabiosa hacia María que era quien llevaba la voz cantante. La pelea empezó con rabia y las dos rodaban por el suelo, se tiraron de los pelos, se arañaron, las patadas y los puñetazos volaban y todo imaginable en cualquier pelea. Entre todo el jaleo de pronto apareció la profesora de matemáticas y una de las monjas que vigilaban los diferentes cursos durante el recreo, las separaron y las llevaron al despacho de la directora.

Lógicamente María se exculpó diciendo que fue Candy quien empezó a pegarle y todo por que ella no se creía lo que decía, pues era una embustera. Ante esa afirmación la directora quiso saber cual era el embuste, y María se lo explico con todo detalle.
Cuando terminó la hizo salir de su despacho, con el castigo de no salir a recreo durante una semana.
Candy, estaba sentaba frente a la directora, tenia la sensación de menguar y la directora era un gigante, al igual que todo lo que la rodeaba. Estaba muy enfadada y a la vez avergonzada de que ahora ella supiera el motivo y la causa de la pelea.
Así que la directora Sor Herminia, se la miro muy seria y la regaño por la pelea, y también porque se inventara semejantes historias. Entonces Candy empezó a llorar, asegurándole que era cierto que ella veía un halo que rodeaba a Sor Teresa y que estaba segura de que era porque era una Santa, pues era muy buena.
Sor Herminia esbozo una sonrisa, no quiso reñirla mas por este motivo, le aconsejo que estas cosas mejor no explicarlas a las compañeras, y que si volvía a ocurrir se lo dijera a ella, pero que debía castigarla por la pelea y que estaría un mes entero sin recreo y debería personarse en la biblioteca todas las tardes después de comer.

Candy cumplió su castigo y nunca más dijo nada, estuvo enfadada con Merche, pero al tiempo ninguna de ellas parecía recordar el incidente y siguieron su amistad como siempre.

Pero Candy sonreía cada vez que Sor Teresa entraba en clase, sabía que ella tenía razón, ahí estaba siempre su halo de santa, pues ella seguía viéndolo, pese a lo que opinaran los demás.

Terminados los estudios, Candy tendría entonces unos 17 años, llegó hasta ella una revista científica llamada “Enigmas” donde entre otros temas se hablaba de las “Auras”.
Y cuando leyó el artículo su exclamación fue…….¡Yo vi una, era una Aura, yo tenia razón! “Y su mente vislumbró a una niña sentada en el aula, y a Sor Teresa rodeada con el halo de santa.”




Noviembre 2009
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3 comentarios:

  1. Me has tenido intrigada sin saber que era lo que veia, ya me imaginaba cualquier cosa, meno lo que en realidad era. Muy buen relato. Un beso

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  2. Muy bueno, a mi tambien me intrigó.
    Un beso niña

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  3. Hermoso relato. Me gusta lo que has escrito.

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