Rayos y centellas
iluminan todo el cielo,
mientras te deslizas
sobre tu ágil escoba
Suenan truenos lejanos,
que retumban en tu casa.
Ahí, escondida, y oculta
entre las tinieblas
Las mandrágoras chillan
y fuera de pronto se escucha,
el aleteo de las aves nocturnas.
La llama de unas velas tintinea,
una helada brisa las zarandea.
Conjuras sortilegios
removiendo en el puchero,
raíces, hierbas, ojos de tritón
y otros mágicos elementos.
Mañana es el día,
mañana todos vendrán.
El aquelarre vais a celebrar,
como cada luna llena.
Para ella y para él, tú bailarás
con autentico frenesí
Esperando que aparezca
y te visite tu príncipe, tu amado.
El señor de las tinieblas,
por quien todo lo has dado.
Ahí está, ya llegó,
altivo, y bien dispuesto.
A ti me entrego mi rey.
Tómame y llévame ya,
para siempre a tu reino,
y a tu palacio en los infiernos.
Septiembre 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario